Desde hace siglos, se nos ha vendido la idea de que el arte verdadero es el que se hace en la miseria.
Que el artista de verdad debe sufrir, no tener estabilidad, comer poco, y crear desde el caos.
Que cobrar por lo que haces es “venderse”.
Que ponerle precio a tu obra le quita pureza.

Esa narrativa ya está podrida y solo beneficia a quienes se aprovechan de ella.

Tradicionalmente, se dice que el arte nace de una intención expresiva: comunicar algo personal, político, espiritual o emocional. Mientras que el diseño nace de una necesidad práctica: resolver un problema, comunicar un mensaje, vender un producto, informar. Pero la realidad es mucho más borrosa que esa definición de diccionario.

Más que una pieza decorativa, este mural es un patrimonio visual que celebra la lucha libre como símbolo cultural de México.

PERMANENTE reafirma su interés en explorar nuevas formas de expresión visual que conecten con lo cotidiano, lo simbólico y lo emocional. Su más reciente intervención —cascos y una camisa de Caudillos para Artbank Bankaool — es una muestra de cómo el arte puede habitar espacios inesperados y resignificar objetos a través del trazo, el color y la intención.

Artbank se ha convertido en una plataforma que visibiliza y respalda a talentos emergentes de distintas disciplinas: ilustración, pintura, arte digital, instalación y más. Cada artista seleccionado recibe difusión, respaldo institucional y, sobre todo, una vitrina concreta donde su trabajo se encuentra con una audiencia diversa.

En México, los sneakers dejaron de ser solo un objeto de moda o deporte: hoy son lienzos urbanos donde artistas gráficos, ilustradores, tatuadores y muralistas están llevando su obra al asfalto.

Para Peltre77, el arte en México es una forma de articular identidad: un territorio donde convergen las raíces de nuestras culturas ancestrales con las experiencias, tensiones y estéticas del presente.

El próximo miércoles 30 de julio, la CDMX se activa de noche con una edición más de la Noche de Museos: una oportunidad perfecta para recorrer espacios culturales fuera de horario, ver expos distintas, cruzarte con performance en vivo y descubrir joyitas.

En un mundo en que todo se desliza, borra y actualiza, hay algo profundamente valioso en lo que permanece. En lo que se puede coleccionar, subrayar, marcar, llevar en una mochila, poner de adorno en la mesa ratona o volver a abrir un año después.