Si sigues diciendo que es un hobby, no esperes que te paguen
Romper con el mito del artista romántico y pobre
Hay frases que parecen inofensivas, pero que cargan siglos de prejuicio.
“Es que solo lo hago por amor al arte.”
“Es mi hobby, no importa si no me pagan.”
“Mientras lo vea alguien, ya me doy por bien servido.”
Y aunque suenen bonitas o desinteresadas, lo cierto es que también son peligrosas.
Porque mientras sigamos llamando hobby a lo que hacemos con alma y formación, seguiremos abaratando nuestro propio valor.
🧠 El mito del artista “romántico y pobre”
Desde hace siglos, se nos ha vendido la idea de que el arte verdadero es el que se hace en la miseria.
Que el artista de verdad debe sufrir, no tener estabilidad, comer poco, y crear desde el caos.
Que cobrar por lo que haces es “venderse”.
Que ponerle precio a tu obra le quita pureza.
Esa narrativa ya está podrida y solo beneficia a quienes se aprovechan de ella.
Decir que es “solo un hobby” tiene consecuencias
Le quita seriedad a tu práctica, incluso si le dedicas horas, formación y pasión.
Abre la puerta a que otros esperen pagar menos (o no pagar).
Invisibiliza el valor económico del trabajo creativo.
Frena la profesionalización del arte.
Normaliza que no te paguen con la excusa de “difusión”.
Decir que “no te importa el dinero” cuando alguien te pide una colaboración gratuita no te hace humilde, te hace cómplice de un sistema que precariza a quienes viven de esto.
💵 El arte es trabajo (y debe pagarse como tal)
Detrás de una ilustración, una intervención urbana, un mural, una pieza gráfica o una animación hay:
Tiempo
Técnica
Experiencia
Recursos
Concepto
Narrativa
Impacto
¿Por qué no debería cobrarse?
¿Le pedirías a una persona arquitecta que diseñe tu casa “por amor al oficio”?
¿Le pedirías a un médico que te atienda gratis si es “su pasión”?
✊🏽 En ArtBank creemos que el arte sí tiene valor.
Que no solo merece espacios, sino también paga justa.
Que no está mal amar lo que haces, pero tampoco está mal cobrarlo como se merece.
Así que si quieres que te paguen, empieza por dejar de llamarlo hobby.
Llámalo por lo que es: trabajo creativo.
Y defiéndelo con la misma fuerza con la que lo creas.