¿Inspiración o apropiación? El caso Adidas y los huaraches zapotecos
Una vez más, una marca global mira hacia México en busca de inspiración. Y una vez más, lo hace sin pedir permiso.
La polémica se encendió cuando las autoridades de Oaxaca denunciaron públicamente a Adidas por apropiación cultural, tras lanzar al mercado su modelo “Oaxaca Slip-On”: unas sandalias inspiradas en los tradicionales huaraches zapotecos de Villa Hidalgo Yalálag, sin mencionar ni dar crédito a los artesanos que han preservado esa técnica por generaciones.
El diseñador Willy Chavarría, en una foto difundida en sus redes sociales.
¿Qué se reclama exactamente?
La denuncia no es solo estética. Es estructural.
El reclamo señala que Adidas tomó elementos del diseño tradicional zapoteco —forma, materiales, patrones— para lanzar un producto comercial sin involucrar ni beneficiar a la comunidad originaria. No hay reconocimiento, ni colaboración, ni distribución justa de valor.
Desde la Secretaría de Cultura de Oaxaca, así como desde colectivos de artesanos, se exige lo mínimo: respeto, transparencia y participación. Que se reconozca públicamente la fuente de inspiración y que las comunidades sean incluidas en el proceso, no solo como referencia, sino como protagonistas
Cuando la tradición se convierte en "tendencia"
No es la primera vez que pasa. Ni será la última si no hay un cambio de fondo.
A lo largo de los años, diseñadores, marcas de moda, editoriales y hasta influencers han tomado bordados, siluetas, paletas cromáticas y símbolos indígenas de México para integrarlos en productos “globales”, sin devolver nada a quienes les dieron origen.
La paradoja es brutal: lo que para muchas comunidades es identidad, memoria y sustento, para otros es simplemente estética. Lo que es raíz, para otros es recurso visual.
¿Dónde está la línea entre homenaje e invasión?
No se trata de prohibir la inspiración ni de cerrar las puertas al cruce cultural. El problema no es mirar hacia México. El problema es no mirar bien.
Hay una gran diferencia entre colaborar con una comunidad y copiarla. Entre reconocer una técnica y apropiarse de ella. Entre decir “inspirado en Oaxaca” y decirlo con Oaxaca.
La pregunta clave no es si Adidas puede hacer un zapato con alma oaxaqueña. La pregunta es: ¿quién se beneficia cuando lo hace?
Foto: @estacionfoto / Carolina Jiménez
Ponerle valor al origen
En México, los oficios textiles, el calzado artesanal, la alfarería o el bordado no son solo formas de producción. Son herencias vivas. Son expresiones de mundos que no están en libros, pero sí en las manos de sus portadores.
Por eso, iniciativas que buscan proteger la propiedad intelectual colectiva, como el reconocimiento de las comunidades creadoras o la trazabilidad del diseño, son urgentes. Porque si no hay mecanismos claros para proteger lo que nace del territorio, lo seguirá tomando quien tenga más poder, más marketing, más alcance.
Foto: @estacionfoto / Carolina Jiménez
En ArtBank creemos que el arte, el diseño y la cultura no existen aislados. Que el valor simbólico también es económico. Y que el crédito no es un detalle: es una forma de justicia.
Si el arte se inspira en las raíces, también tiene que cuidarlas.