La nostalgia de recordar tus etapas como artista 

Tu identidad, tu estilo y la evolución como artista mexicano 

Hay obras que no colgarías nunca. Bocetos que escondiste. Etapas que no mostrarías en ninguna expo. Y sin embargo… están ahí. Formándote.  

Volver a tus primeros trazos, a tus paletas más ingenuas, a tus firmas titubeantes, es un acto íntimo. Incómodo, a veces. Pero profundamente revelador.  

La nostalgia no es para quedarse atrapado en el pasado. Es una linterna que alumbra desde dónde partiste. Y en un país como México, donde el arte es historia viva, la evolución de un artista no es solo estética. Es política. Es espiritual. Es identitaria. 

¿Y si tu estilo no es uno solo? 

“Ya encontré mi estilo”, dicen algunos muy cómodos desde un lugar fijo. Pero lo cierto es que la identidad artística se mueve. Se estira. Se rompe. Volver a ver tus primeras obras puede ser como leer cartas de un yo que ya no existe, que tal vez hasta genera “cringe” ver… pero que sigue hablando. En vez de juzgar esas etapas, ¿qué pasaría si las usaras como semilla?  

 Paula Santiago, por ejemplo, pasó del arte conceptual minimalista al bordado con cabello, sangre y piel. Su obra incomoda y conmueve. No se casó con una técnica, se casó con su intuición. 

Vía: Paula Santiago CH'ULEL (11) 2000, Museo Amparo. Técnica: Papel arroz y sangre en vitrina sobre base de mármol. 

Reinventarse también es arte 

Picasso no empezó cubista. A los 15 pintaba como si tuviera 60. A los 90, como si acabara de descubrir los crayones. “Me tomó cuatro años pintar como Rafael, pero me llevó toda una vida aprender a dibujar como un niño", dijo alguna vez. Romperse no es olvidar lo aprendido. Es desprenderse de la rigidez académica para dejarse llevar por los sentidos. Es desaprender para intuir. 

Casarte con un estilo no te define: te limita. Reinventarte, en cambio, es abrazar tus orígenes sin quedarte a vivir ahí. Es acercarte, cada vez más, a tu yo artístico más genuino. 

Vía: Bored Panda (Retratos de Picasso con el pasar de los años). 

Dejar huella no siempre es dejar obra final 

Bocetos, apuntes, dibujos preparatorios y estudios de color hoy se exhiben en museos, se subastan en millones, y son objeto de deseo entre coleccionistas. ¿Por qué? Porque ahí está la semilla del genio. La mente en bruto. El gesto espontáneo. 

Hay mucha historia en tu propia técnica y mostrar procesos de transformación sin tener una “obra final” también es arte. Ojo aquí:   

  • Frida Kahlo:  Páginas individuales de su diario personal con ilustraciones, reflexiones y pequeños dibujos, en el 2021, alcanzaron precios de entre $250,000 y $500,000 dólares en subastas privadas según Christie’s Latin American Art Auctions. 

  • Diego Rivera: El estudio preparatorio (su versión en papel kraft con grafito y acuarela) para su mural El hombre controlador del universo fue vendido por más de $280,000 USD

  • Leonardo da Vinci: Sus famosos Codex Leicester, hojas sueltas de pensamiento puro llenos de diagramas y observaciones anatómicas, fueron vendidos por Bill Gates en 1994 por $30.8 millones de dólares

  • Jean-Michel Basquial: Un simple estudio/boceto en crayón y tinta sobre papel se vendió por $125,000 dólares en Sotheby’s. Es casi un “garabato” comparado con sus piezas finales. Pero tiene el ADN de su caos visual único. 

    La reflexión: El boceto no es un error, es una pieza valiosa de pensamiento que te muestra en cambio y transformación. 

    Dejar huella no siempre es dejar una obra final colgada en la pared. A veces, es dejar un pedazo de lo que encontraste en ti, visible para otros que todavía se andan buscando. “Yo no busco. Yo encuentro.” —Pablo Picasso 

Vía: El diario de Frida Kahlo

Artistas Mexicanos: valientes por naturaleza

¿De verdad vinimos al mundo a ser predecibles?. “Hay que ser reconocible”, dicen las tendencias digitales. “Hay que mantener coherencia visual”, repiten los mercadólogos. Pero si solo repites lo que sabes hacer, ¿no estás fabricando en vez de crear? Alto ahí. La nostalgia no es un ancla, es una raíz. 

Cada etapa cuenta. Cada versión de ti tiene algo que enseñarte. Volver no es retroceder. Es reconocer que el camino artístico no es lineal. Y que si hay algo verdaderamente valiente en el arte, es cambiar en público y eso es ser valiente. 

Somos una comunidad que necesita expresión. Cada etapa cuenta y cada versión de ti tiene algo que enseñarte. 

¡Nos leemos pronto, artistas! 

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