10 cosas viejas que volvimos a amar en 2025 Radiografía
Radiografía nostálgica del año.
2025 fue, paradójicamente, un año de regresos. No solo regresaron artistas y películas: volvieron la textura, el objeto, el tiempo lento. Volvimos a ver cosas que creíamos superadas y descubrimos que, en realidad, solo estaban archivadas esperando otra lectura.
Desde ArtBank nos encanta mirar estos fenómenos como si fueran estados de cuenta emocionales: ¿a qué le volvimos a invertir atención, dinero y cariño? ¿Qué nos dice eso de la economía creativa que estamos construyendo. Aquí van 10 “cosas viejas” que México re-enamoró en 2025 —y lo que revelan de nosotros:
1. Y2K chilango/regio/tapatío
Este año le dio un giro: menos copia literal de Britney/Paris y más “Y2K chilango/regio/tapatío”, mezclando jeans heredados, playeras de equipos locales, cinturones vaqueros y bolsitas tipo tianguis. No es sólo moda: es una negociación con la adultez. Vistiendo como adolescentes de otra era, esta generación está diciendo “no quiero soltar del todo la ingenuidad”, incluso en un contexto de crisis económica y burnout.
2. Telenovelas de mamá, ahora en HD
Mientras decimos que “ya nadie ve tele abierta”, el canal TLNovelas y plataformas asociadas están remasterizando clásicos como “Tú o nadie” (1985) y “El Manantial” (2001), y relanzándolos en alta definición para nuevas audiencias.
La experiencia cambió: ya no es sentarse religiosamente a las 9 pm, sino maratonear en streaming o tenerlas de fondo mientras trabajas. Pero la lógica afectiva es la misma: frases exageradas, villanas impecables, haciendas imposibles. No volvimos a las telenovelas para creer en el amor romántico; volvimos para recordar cómo sonaba la casa cuando alguien gritaba “¡¿Cómo te atreves?!”.
3. “Mentiras, la serie”: el pop ochentero en modo 4D
El musical “Mentiras” lleva años llenando teatros, pero en 2025 su salto a serie de streaming reactivó con fuerza el catálogo de baladas y pop en español de los 80: Yuri, Daniela Romo, Dulce, Lupita D’Alessio, Amanda Miguel… Sus canciones volvieron a listas virales y a karaokes caseros gracias a la serie y a las playlists oficiales que la acompañan.
No es sólo gusto irónico. Es una generación que se crió escuchando esas rolas en el coche con sus mamás y ahora las reinterpreta con códigos queer, memes y coreografías de TikTok. Lo kitsch se convierte en patrimonio emocional. Y, de paso, reactiva catálogos editoriales, giras tributo y nuevas producciones audiovisuales alrededor de ese sonido
4. Clásicos del cine mexicano en salas comerciales
El ciclo “MX Restaurado: Clásicos del Cine Mexicano”, impulsado por fundaciones y cadenas como Cinépolis, llevó en 2024 y 2025 películas restauradas como María Candelaria o Ahí está el detalle a más de 50 salas del país. El cine de “época de oro” dejó de ser póster en fonda para volverse experiencia en vivo otra vez. Es memoria, pero también negocio: funciones llenas, combos con póster, merch vintage.
5. Amores Perros 25 años después: la ciudad que seguimos procesando
En 2025, “Amores Perros” regresó a los cines en versión restaurada 4K, con reestreno nacional y proyecciones especiales en lugares como Bellas Artes y una instalación inmersiva en LagoAlgo, Chapultepec. El regreso de esta peli muestra cómo el archivo audiovisual también es infraestructura emocional: nos ayuda a revisar qué país éramos cuando empezó el siglo y qué país estamos sosteniendo hoy.
6. Vinilos, cassettes y la resurrección del “lado B”
Los datos lo confirman: las ventas de vinilos siguen creciendo en México y América Latina, y se suman reediciones, tiendas especializadas y ferias de discos donde conviven chavxs de 18 con coleccionistas de 60. Al mismo tiempo, medios reportan el regreso de casetes y CDs como objetos deseados, no sólo por nostalgia, sino por el placer táctil y la sensación de “pertenencia” que no da una playlist alquilada en streaming.
7. Dumbphones, MP3s y la fantasía de desconectar
2025 consolidó una tendencia rara: Gen Z cambiando temporalmente el smartphone por “dumbphones” (celulares de botones tipo Nokia 3310, flip phones, BlackBerry) como acto de detox digital. Medios de tecnología y lifestyle han documentado cómo estos dispositivos retro resurgieron como respuesta al cansancio de las notificaciones y al brainrot permanente.
8. Arcades y bares gamer retro: la maquinita como ritual social
En Ciudad de México y otras ciudades del país, bares y espacios como arcades retro, cafés gamer y “barcades” mezclan chela, pizza y maquinitas de los 80 y 90: Metal Slug, The King of Fighters, pinballs, consolas viejas…
9. Fotografía analógica: rollos caros, recuerdos más lentos
La tendencia global de fotografía analógica también pegó fuerte en México: desde bodas con paquete extra “film 35mm” hasta sesiones de retrato en película en CDMX anunciadas en redes como una experiencia más contemplativa (caminar, platicar, disparar poco).
10. Volver a Hogwarts (y a todas nuestras sagas de infancia)
En 2025, las primeras películas de Harry Potter volvieron a los cines en México con reestrenos escalonados, invitando a “un nuevo ciclo a Hogwarts” para quienes crecieron con la saga. No es la única franquicia que regresa a salas, pero sí una de las que más claramente activa esa nostalgia millennial: volver a sentarse en butaca, escuchar el tema de Hedwig y sentir que, por dos horas, el tiempo se dobla.
Podríamos leer esta lista como puro escapismo, pero sería demasiado fácil. Lo que 2025 nos está enseñando es que no queremos sólo novedades; queremos continuidad. Objetos, canciones, imágenes y tecnologías que nos permitan sentir que no todo se borra en cada update.
Porque al final, eso es lo que cuentan estas diez cosas viejas que volvimos a amar en 2025: que México no sólo quiere futuro; quiere futuros que sigan hablando con su pasado. Y ahí es donde el arte, la cultura y la economía creativa pueden jugar del mismo lado.